viernes, 29 de agosto de 2008

UN DIA PARA RECORDAR Y HONRAR


Ciento cincuenta y ocho años han pasado, desde que: un 17 de agosto de 1850 falleciera en la ciudad de Boulogne en Francia a la edad de setenta y cinco años, nuestro libertador y padre de nuestra patria el General Don José de San Martín y Matorras.
Si, padre de la patria porque fue el quien inicio y culmino el camino de nuestra independencia, quien también fuera el que sentó las bases y firmo nuestra primera constitución, instaurador de los tres primeros ministerios de nuestra republica: Relaciones Exteriores, Guerra y Marina y Hacienda, hoy conocido como Ministerio de “Economía” Así como también el primer cuerpo de nuestro ejercito; La Legión Peruana de la Guardia creada el 18 de agosto de 1821.
Nuestro libertador es también el autor de la libertad irrestricta de expresión, aboliendo la censura y proclamando la libertad de prensa, que en aquel entonces era llamada; libertad de imprenta, iniciando así nuestro camino a la libertad e independencia definitiva de nuestra patria.
El 20 de setiembre de 1822 el primer congreso constituyente del Perú lo nombra: Fundador de la Libertad y Protector del Perú.

Conocido Como: EL Santo de la Espada, si bien no hacia milagros ni vestía habito, ni pertenecía a ninguna orden religiosa y cometía los pecadillos habituales de cualquier mortal con la mesura y la discreción propia. Fue él, quien nos regalo el maravilloso regalo de la LIBERTAD. Una libertad en la cual no hemos vivido nunca, ni hemos podido disfrutarla porque no la hemos valorado ni apreciado en su justa medida y dimensión. Hemos tirado por la borda, el sacrificio y la entrega de un hombre, que mas allá de los apetitos de poder, el protagonismo, la ambición y las mezquindades humanas, emprendió una carrera impecable plena de sentimientos altruistas, entregándose en cuerpo y alma a una causa justa, por la lucha de sus ideales, ideales que compartió con los hombres de los pueblos que libertó, algo que muy pocos mortales tienen en claro.
San Martín, nos dio un gran ejemplo de: entereza, hombría, caballerosidad, integridad moral y desprendimiento, que no hemos alcanzado a comprender. El se comprometió con nosotros y con nuestro país, el nos dio el país. Nosotros en cambio no nos comprometimos con el y tampoco supimos construir un país a la altura de nuestro Libertador.
Suena y se ve muy bonito ante nuestros oídos y ojos, el oír o leer la historia de nuestro país. Tenemos muchos y buenos historiadores, libros de historia para los niveles escolares. También tenemos ceremonias castrenses y civiles imponentes, que nos hacen patriotas en el momento mismo del acto o de la lectura, pero de lo que no somos capaces es de: vivir la historia y asumir nuestro rol protagónico en ella, somos amantes compulsivos e idílicos de la retórica, los reyes eternos de la paporreta. Es muy común encontrarnos a menudo con: sabios e historiadores que han leído libros hasta convertirse en una historia andante, que se saben hasta de que color era la ropa interior de Micaela Bastidas o que comía de niño Tupac Amaru, pero ignoran totalmente el significado y el porque de todo eso.
Existen muchas efemérides para recordar cada una importante en la medida de su contribución a nuestra historia, pero siempre tenemos que otorgar la prioridad a aquella que marcaron un hito en el inicio de nuestra existencia como república, por ejemplo: la época del incanato es parte de nuestra historia y nuestra razón de ser quienes somos, pero a partir de nuestra etapa republicana, es que comienza la historia que nos toca vivir y por la que tenemos que luchar. Somos una nación con fecha de nacimiento y con muchas cosas pendientes por iniciar y concluir. No podemos olvidar un compromiso que tenemos con nuestro libertador. Don José de San Martín, nos extendió la partida de nacimiento de lo que hoy conocemos como: Republica del Perú. Recordarlo y rendirle un homenaje, en el día que se conmemora el aniversario número 158 de su muerte, es: dignificarnos y hacernos merecedores de su legado, pero más que recordarlo, tenemos que honrarlo y continuar su magna obra. Hay que dejarse de tanto patrioterismo barato y asumir nuestra responsabilidad, de lograr construir una gran nación, basada en: el respeto hacia nosotros mismos, en el amor por lo nuestro, en el entendimiento de lo que significo la gesta libertadora de San Martín. Tenemos que dejar de lado, la compulsiva manía de pretender delegar a un gobierno la responsabilidad de nuestro destino y echarnos a dormir mientras otros solucionan nuestros problemas. El Perú somos todos y todos tenemos que aportar para que sea una gran patria como soñó nuestro Protector.
Me voy a permitir mostrarles un fragmento de una conversación que sostuviera, Don José de San Martín y Bolívar, para que puedan apreciar la calidad humana de cada quien.
El 27 de Julio de 1822 en la ciudad de Quito, se reunieron, Don José San Martín y Bolívar, para discutir o tratar los temas inherentes a los acontecimientos de aquellos dias.
En un banquete que diera Bolívar en “honor” de Don José de San Martín, Bolívar dijo:
BRINDO POR LOS HOMBRES MAS GRANDES DE LA AMERICA DEL SUR, SAN MARTIN Y YO.
A lo que el agasajado contestó: POR LA PRONTA CONCLUSION DE LAS GUERRAS; POR LA ORGANIZACIÓN DE LAS DIFERENTES REPUBLICAS DEL CONTINENTE Y POR LA SALUD DEL LIBERTADOR DE COLOMBIA.
No hace falta ser un historiador, para entender la grandeza en la persona de San Martín, por el significado de sus palabras que nos hablan de su interés en el bienestar de nuestra America entera y pintan su grandeza de espíritu y su don de gentes. En cambio de las palabras de Bolívar se desprende tácitamente el egocentrismo magnificado que la herencia que nos dejo y la que ahora estamos reviviendo en la figura de………….
Preguntas: ¿Cuántos medios de comunicación peruanos, le han rendido homenaje y han recordado a su libertador, en el día que se conmemora un aniversario más de su fallecimiento? ¿Cuántos peruanos conocen esta fecha? Creo que son preguntas que merecen una reflexión más que una respuesta.
Como punto final a este artículo le voy a obsequiar una frase de mi autoria.
UN PUEBLO SIN EDUCACION Y SIN CIVISMO, ES UN PUEBLO SIN CONVICCION QUE CAMINA HACIA EL AVISMO.

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